Finalmente, la promulgación del Decreto 877 el viernes 12, reduciendo los derechos de exportación, disparó la registración de nuevas exportaciones en cantidad.
Diciembre había arrancado muy discretamente. Unas 680.000 toneladas en la primera semana, volumen que se desplomó a 267.000 toneladas en la segunda semana, en coincidencia con el anuncio de la baja de retenciones que no se efectivizó sino hasta el viernes.
Si el efecto que buscaba el ministro de Economía, Luis Caputo, era empujar la registración de nuevas exportaciones, lo acontecido en los tres primeros días de esta semana le dan la razón, aunque con reservas.
Veamos:
-El lunes se registraron más de un millón de toneladas, es decir más que en las dos primeras semanas.
-El martes se anotaron 477.000 más y el miércoles otras 620.000 toneladas.
-El mes ya suma 3,1 millones de toneladas, con lo cual, de sostenerse este ritmo, Economía puede aspirar a lograr una mayor registración que en noviembre y pelearle a diciembre de 2024.
EL TRIGO, EN LA MIRA
Ahora bien, el desafío de la cadena granaria es el trigo. Si la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) está en lo cierto y la cosecha se ubicará en más de 27,5 millones de toneladas, el saldo exportable supera los 20 millones de toneladas, sin considerar el remanente que puede pasar a la nueva campaña. Es un número muy, muy grande.
Normalmente, el 50% de la exportación se embarca en el trimestre diciembre/enero/febrero, la ventana que se abre antes de que entre el aluvión de trigo del Hemisferio Norte. La competencia es Australia, que también tiene una muy buena cosecha y que llega a los mercados del sudeste asiático con un flete mucho menor que la Argentina.
Claro que, hasta ahora el máximo exportado, habían sido 15,3 millones de toneladas en la 2022/23, de las cuales el 51% se cargó en los primeros tres meses del año comercial.
Ahora, con 20,2 millones de toneladas, habría que embarcar unos 10 millones y posiblemente se necesite más, dado que usualmente es Brasil el principal cliente en la segunda mitad del ciclo comercial. ¿Es lograble?
Por ahora la exportación registró 3,2 millones con fecha de inicio de embarque en diciembre y 631.000 para enero. Ya con este dato solo, es el segundo mejor diciembre en volumen registrado (DJVE) solo detrás de los 3,9 millones de diciembre de 2019.
Si el estímulo de los dos puntos porcentuales que se le redujo al trigo se sostiene, es posible alcanzar el objetivo de colocar gran parte del saldo exportable en el arranque del año comercial.
Como contrapartida, la colocación de semejante volumen se hará a expensas del precio, descontando la desventaja de flete respecto de Australia y otros orígenes, y la floja calidad que el trigo argentino está mostrando esta campaña.