El agro invierte mucho más que la minería y el sector petrolero

La campaña agrícola argentina 2025/26 requerirá una inversión estimada de 13.915 millones de dólares al considerar agroinsumos y costos de siembra y pulverización. Así lo indica una evaluación realizada por el equipo técnico de la Bolsa de Comercio de Rosario a partir de la superficie proyectada de 37,8 millones de hectáreas de trigo, cebada, girasol, maíz, soja y sorgo en la nueva campaña.

La estimación es parcial porque, además de no considerar costos de cosecha y de comercialización de granos, tampoco comprende las erogaciones correspondientes a arrendamientos o valorización del costo de oportunidad de la tierra; en lo que respecta a este último ítem, sería necesario considerar una inversión adicional no inferior a 6000 millones de dólares.

El valor promedio nacional del costo de siembra (sin considerar el factor tierra, seguros agrícolas, gerenciamiento, costos de cosecha y de comercialización) fue estimado en 444 u$s/ha para la cebada cervecera y en 362 u$s/ha para la forrajera, en 315 u$s/ha para el girasol, en 532 u$s/ha para el maíz temprano y 513 para el tardío, en 303 u$s/ha para la soja de primera y 263 para la de segunda, en 284 u$s/ha para el sorgo y en 350 para el trigo.

No existe ningún otro sector de la economía que tenga la capacidad de inversión que el agrícola, la cual –vale recordar– se encuentra muy limitada por los derechos de exportación y las distorsiones cambiarias.

La cifra de la inversión agrícola es incluso superior a la registrada por los emprendimientos mineros y petroleros comprendidos en el Régimen de Incentivo de las Grandes Inversiones (RIGI), los cuales cuentan con sustanciales beneficios tributarios y cambiarios.

Hasta el momento se aprobaron apenas siete iniciativas para el RIGI por un monto total de 13.167 millones de dólares. Pero en los hechos, en el marco del programa ingresaron hasta la fecha unos pocos millones de dólares.

Aún suponiendo que en algún momento se reactivarían los ingresos de capitales prometidos, los mismos se instrumentarán en el transcurso de varios años.

Por ejemplo, el “Proyecto Rincón” de la corporación Rincón Mining, que pretende lograr una capacidad de producción de 53.000 toneladas de carbonato de litio en Salta, contempla una inversión total de 1293 millones de dólares, pero distribuida en 516 millones para el primer año y en 776 millones para el segundo.

Además de tratarse de números que no compiten con el aporte inversor del agro, está por verse –en la actual coyuntura argentina– si los fondos anunciados finalmente se concretan.

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