Argentina vs Brasil en maquinaria: la comparación que revela el estancamiento del agro local

Las autoridades de AFAT, la Asociación que agrupa a las principales empresas que proveen en la Argentina tractores y motores, maquinaria agrícola, vial e industrial, alertaron durante una conferencia de prensa de Expoagro 2022 el atraso que existe en el parque de cosechadoras.

Empresas de maquinaria en Expoagro 2022 YPF Agro

Reynaldo Postacchini (CLAAS Arg), presidente saliente de la AFAT, comentó que, si bien en Argentina hay tecnología de primer nivel, el parque de maquinaria actual necesita una actualización: «Acá la máquina trabaja mucha más cantidad de horas por año que en Brasil. Es un problema, debemos mejorar».

Postacchini apuntó a la falta de financiamiento a largo plazo: «Los productores no están endeudados, la agricultura en Argentina se hace con dinero genuino, esto no necesariamente está bien. Se necesita financiamiento a un plazo mayor de tiempo, coordinado entre el sector público y privado», consideró.

En el mismo sentido, el presidente entrante de AFAT, Marcus Cheistwer (CNH Industrial Arg) llamó a la situación actual «15-15»: si se actualizara la maquinaria con más de 15 años se podría aumentar un 15% la productividad. «En el promedio de máquinas hay muchas con más de 15 años que están trabajando actualmente».

Cheistwer destaca que este 15% de mejora en la productividad se podría alcanzar sin ampliar zonas sembradas. Este cambio se vería sobre todo con un recambio mayor de cosechadoras: «Lo que al fin y al cabo levanta el rinde, con mayor calidad de granos y velocidad de trabajo».

Durante la conferencia de AFAT, Sergio Fernández (John Deere Arg), ejemplificó con que Brasil produce unas 240 millones de toneladas de granos y fabrica 70 mil tractores al año vs Argentina, que con 120 millones de toneladas la industria abarca 8000 tractores, según indicó. «Es de casi 10 veces la diferencia».

AFAT, a diferencia de Cafma, representa a empresas mayormente internacionales de maquinaria que también producen en Argentina.

Postacchini sumó: «Estamos en la Pampa Húmeda, pero hay muchísimos nichos de producción que necesitan tecnología diferente. No es lo mismo hacer soja en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe que en Salta, Tucumán y Formosa. Es importante el tamaño de las máquinas. En el norte, la ventana que tienen para hacer la agricultura la tienen que aprovechar». El ejecutivo de Claas comentó esto porque para aprovechar la ventana de siembra hay que tener un «reflejo importantísimo» que se alcanza con maquinaria que cubra muchas hectáreas.

Hermes Da Silva (Stara Arg) contó que hace cuatro años está instalado en el país: «El suelo es muy rico en Argentina, hay una diferencia abismal contra Brasil. Argentina es infinitamente superior. Allá tenemos que aplicar dosis de cal para mejorar el PH y ponemos en promedio entre 400 y 800 kilos de fertilizante por hectárea de soja y maíz».

«Con el potencial de Argentina tendría que haber muchas más maquinarias trabajando. Por ejemplo, en 5000 hectáreas de Argentina se trabaja con un tractor grande y una sembradora grande, vs cinco tractores, cinco sembradoras y tres cosechadoras en Brasil, en donde el productor aprendió a hacer las cosas en el momento adecuado. El productor argentino hace las cosas cuando las puede hacer, y no cuando las tiene que hacer. El potencial para producir granos y para generar mano de obra es grande», comentó Da Silva.

Cheistwer destacó la importancia del financiamiento para capital: «Es clave para los clientes». El actual titular de AFAT comentó que hay disponibles en el mercado líneas de financiamiento con tasas de interés negativas contra la inflación, pero advirtió: «En algún momento las tasas van a volver a ser positivas. Buscamos tener ofertas de bancos privados para que el cliente pueda acceder».

«No debemos dejar de hablar de un tema que es fundamental para el acceso a la maquinaria», remarcó sobre los créditos.

También señaló que con dólares adicionales para importar se podría ampliar la tecnología disponible: «El mercado lo satisfacemos, pero podríamos ampliar la gama con productos complementarios».

«Al no tener la maquinaria que piden los productores se pierde la oportunidad de producir más alimentos, este país necesita abrir los ojos, tenemos la gran chance de producir a un valor muy competitivo a nivel global», concluyó Postacchini.

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